Las Hermanas Dominicas de Nuestra Señora del Rosario de Fátima
somos una Congregación religiosa puertorriqueña de Derecho
Pontificio, fundada en 1949 en Yauco, Puerto Rico, por la Sierva de
Dios Madre M. Dominga Guzmán Florit, OP., y estamos afiliadas
a la Orden de Predicadores. (Constitución
Fundamental
Nuestro carisma es vivir el espíritu contemplativo de Santo Domingo
de Guzmán en un servicio a la Iglesia especialmente en favor de las
familias más necesitadas y por medio de la oración por la
santificación de los sacerdotes. Esto lo realizamos en una
generosa dedicación y en la ayuda a la pastoral parroquial, familiar, asistencial y
misionera. (Constitución Fundamental
I)
Nuestro Lema es:
Llevar a Cristo a la Familia
y la Familia a Cristo.
Nuestro seguimiento de Cristo se manifiesta en nuestra consagración religiosa a través de la profesión de los tres consejos evangélicos de obediencia, castidad y pobreza, y con una vida fraterna en común. Cada día participamos de la celebración eucarística, la oración litúrgica y privada, el estudio, la comunidad de bienes y la misión apostólica. Procuramos que nuestra vida sea una síntesis armoniosa entre la contemplación y la acción.
Como Dominicas, nuestra predicación se realiza a través del apostolado de acción religioso-social, con el fin de cristianizar a las familias. Seguimos las huellas de nuestro Padre Santo Domingo: hablando con Dios o de Dios, en nuestro interior o al prójimo. Así, queremos contemplar y dar a los demás el fruto de nuestra contemplación.
Es por ello que en nuestro apostolado servimos en la Iglesia a todas las personas, particularmente atendiendo a los más necesitados, visitando a los enfermos y a los pobres, comprendida la pobreza material y espiritual, evangelizando a los niños, a los jóvenes y a los adultos.
Bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y de nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, buscamos que toda nuestra vida y misión contribuya a la gloria de Dios, a nuestra santificación personal y a la salvación de las personas.
Conscientes de que el Mensaje de Fátima está dirigido de una forma muy particular a nuestra Congregación, ofrecemos la oración y el sacrificio que nos pide la Virgen de manera especial por la santificación de los sacerdotes y por su fidelidad en el cumplimiento del ministerio recibido.
Nuestro carisma y patrimonio espiritual también lo hacemos partícipe a aquellos grupos de seglares organizados bajo el Laicado Dominico de Fátima. Son nuestros fieles colaboradores en esta gran Obra de Amor.
(Cfr.
Constitución Fundamental I-VI)
"HOY ES
UN BUEN DIA
PARA
COMENZAR"
Nuevos Proyectos:
La Casa de Salud
Necesitamos un lugar adecuado
para atender mejor a nuestras Hermanas mayores y enfermas que han
dado su vida por la misión en la
Iglesia.
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